Manzanares El Real es un municipio situado al pie de La Pedriza y a la orilla del embalse de Santillana en pleno Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, dentro de la Comunidad de Madrid. El Parque Regional está incluido en la Red Mundial de Reservas de la Biosfera, y ofrece uno de los paisajes más bellos de la Comunidad de Madrid.
Se trata del quinto municipio más extenso de la región madrileña, con una extensión de 128,4 km2, de los que su casco urbano ocupa aproximadamente 4 km2. Tiene una altitud de 908 m y se encuentra a 53 km de Madrid. Además es uno de los municipios que reúne un mayor interés ecológico.
Linda geográficamente con los siguientes términos municipales: Navacerrada, La Granja, Rascafría, Soto del Real, Colmenar Viejo, Becerril de la Sierra, Cerceda y Moralzarzal.
Tiene una población de 7.949 habitantes.
Introducción Histórica:
El patrimonio histórico de Manzanares el Real se remonta a asentamientos prehistóricos conocidos gracias al reciente descubrimiento de ciertos hallazgos arqueológicos, entre los que cabe destacar unas pinturas rupestres de valor incalculable.
Asimismo, se admite la hipótesis de que los druidas irrumpen en Manzanares hacia el año 1000 a.C., quedando reminiscencias de ritos druidas en una fiesta religiosa de la localidad: la de la Virgen de Peña Sacra.
Ya en los años de la conquista de Roma, los pobladores del enclave entablaron violentas batallas contra los invasores, quedando un asentamiento romano en Manzanares.
Tras el periodo visigodo y de conquista árabe, el pueblo renace en 1248, tiempo en que muchos madrileños durante la Reconquista fueron a la toma de Sevilla y los segovianos repoblaron Manzanares, tal y como se desprende del testimonio que consta en una misiva expedida por Fernando III.
El asentamiento segoviano en estas tierras inició un periodo de conflicto entre estos y los madrileños, que se solventó durante el reinado del Alfonso X con la incorporación de este territorio a la Corona y su nueva denominación: "El Real de Manzanares".
A finales del siglo XV el territorio fue cedido por Juan I a D. Pedro González de Mendoza, iniciándose en ese momento la ápoca de máximo esplendor de El Real de Manzanares durante los siglos XV y XVI.
Posteriormente, pasó por matrimonio a manos de otros miembros de la Nobleza, hasta que en el siglo XVIII regresa a los dominios de los Mendoza, a quienes Felipe V concedió la posesión perpetua.
Recientemente, Manzanares ha sido la cuna de la Autonomía Madrileña, siendo su castillo el emplazamiento elegido en 1982 para la celebración del acto de constitución de la Asamblea de Parlamentarios de Madrid y para el nombramiento de la ponencia redactora del Estatuto de Autonomía.
Hay que mencionar que Manzanares el Real ha sido el entorno elegido para el rodaje de numerosas e inolvidables superproducciones cinematográficas, entre las que cabe citar “El Cid Campeador”, “Jeromín”, “Alejandro Magno”, “La Caída del Imperio Romano”, "La Rana verde", además de varios filmes del lejano oeste.
¿Que visitar?
Pinturas rupestres.
En la cueva de los Aljibes, junto al Canto del Berrueco en La Pedriza fueron halladas de forma casual en 1989 unas figuras con pigmento ocre rojizo parduzco antropomorfas vinculadas con la mitología a la que recurrían nuestros antepasados para hacer tratos con la vida que algún artista anónimo nos dejó hace más de 3.000 años.
Las pinturas fueron descubiertas por José Moreno Vázquez, cuando era un niño en una pequeña cueva de origen natural formada por la acumulación de varios bloques graníticos. La datación del material lítico y cerámico encontrado tanto en el interior de la cueva como en las inmediaciones podría corresponder al Calcolítico/Bronce antiguo, aunque por la decoración de la cerámica habría que situarla en la Cultura de Cogotas I en el Bronce final (1500-1200 a. C.).
El castillo de los Mendoza.
Erigido sobre una ermita románico-mudéjar en honor a Santa María de la Nava, el palacio-fortaleza de los Mendoza es una importante muestra de la arquitectura militar castellana del siglo XV y uno de los últimos en España. Sus obras dieron comienzo en 1475.
Su inicial vocación de fortaleza dejó paso a la de palacio residencial de una de las familias más relevantes de Castilla desde la Edad Media.
Al morir el Primer Duque del Infantado, D. Diego Hurtado de Mendoza, deja sus propiedades a su hijo D. Iñigo López de Mendoza, Conde del Real de Manzanares y Primer Marqués de Santillana.
Este bellísimo conjunto de grandes ventanales de arcos de mediopunto consta de patio rectangular y dos galerías sobre columnas octogonales. El edificio del castillo tiene cuatro torres en sus vértices, adornadas con unas bolas del más puro estilo isabelino. Sobre el adarve meridional la galería es de traza flamígera sobre antepechos decorados a base de punta de diamante.
Todo el castillo está circundado por una barbacana cuyas saeteras llevan esculpidas en bajo relieve la cruz del Santo Sepulcro de Jerusalén, por el título que gozó Don Pedro González de Mendoza íntimo consejero de los Reyes Católicos, gran cardenal de España y hermano de D. Diego Hurtado de Mendoza.
El castillo consta de un patio porticado, de un sótano y de seis plantas: planta baja, entreplanta primera, planta principal, entreplanta segunda, galería alta y galería de cubiertas. La galería gótica del primer piso está considerada como la más bella de la geografía nacional.
El castillo alberga un museo de los castillos españoles y es sede de una colección de tapices.
Fue declarado Monumento histórico artístico en 1931 y en él se firmó el Estatuto de Autonomía de la Comunidad de Madrid en 1983.
Si bien aún pertenece al Duque del Infantado, la Comunidad de Madrid lo administra.
Las salas que se distribuyen por el interior de esta fortaleza se destinan a biblioteca, salas de reuniones, conferencias y salas de exposiciones.
En la actualidad el Castillo de Manzanares El Real es escenario durante todo el año de numerosas actividades públicas, congresos y seminarios, exposiciones, conciertos y actos promocionales, en la línea de mantener el castillo como un edificio vivo al servicio de la comunidad.
El castillo viejo.
Además del Castillo de los Mendoza, la localidad conserva los restos de una fortaleza anterior, conocida como castillo viejo o Plaza de Armas. Sólo se mantienen en pie dos muros, integrados dentro de un recinto ajardinado. Fue construido en estilo mudéjar, en piedra de granito, con encintado de ladrillo.
Iglesia de Nuestra Señora de las Nieves.
Fue fundada a principios del siglo XIV, bajo la protección del primer Marqués de Santillana.
Sin embargo, a fines del siglo XV o principios del siglo XVI, fue reedificada, modificando el pórtico, trasladándolo del lado norte al lado sur.
Su estilo arquitectónico no es definido, por las modificaciones sustanciales de que ha sido objeto, mezclando el románico con el gótico sin formar unidad. Se trata de una iglesia de tres naves, separadas por arcos sobre columnas de piedra. La nave central, de estilo románico, está encabezada por el presbiterio, de forma pentagonal.
En cuanto al pórtico, sito al sur del edificio, es construcción de mediados del siglo XVI y su estilo es renacentista purista, constando de ocho arcos carpaneles y uno de medio punto.
Tanto el coro como el retablo han desaparecido; encontrándose las columnas de aquél en el jardín de la iglesia, junto con unas estelas mortuorias vascas del siglo XII, de estilo visigótico.
La Ermita de Nuestra Señora de la Peña Sacra.
Cuenta la leyenda que la Virgen de Peña Sacra se apareció sobre un cerro al pie de la Pedriza, al norte del municipio. Allí se construyó una ermita dedicada a su culto.
La ermita está situada sobre la Peña Sacra, como su propio nombre indica, desde donde se domina una amplia panorámica de La Pedriza. La construcción es del siglo XVI, a la que fueron adosadas dependencias posteriores en el siglo XVII. La Virgen de la Peña Sacra es copia moderna de la imagen del siglo XIX desaparecida, a excepción del Niño, que es antiguo. Existen distintos escritos que relacionan la Peña de la Sacra a cultos druidas, presencia de sacerdotes celtas que durante el primer milenio a J.C, celebraban sus ritos en los bosques.
En 1769, durante la celebración de su festividad, se perdió el control de las velas que rodeaban a la Virgen en la Iglesia y todo prendió fuego, salvándose únicamente la sacristía y dejando la iglesia sin torre, techumbre, ni imágenes sagradas. La propia Virgen también se quemó.
Embalse de Santillana.
Pasado el pueblo de Manzanares El Real, el río se encuentra con el Embalse de Santillana, uno de los principales focos de suministro de agua del área metropolitana de Madrid.
Alfonso XII colocó la última piedra de la presa en 1908. Sin embargo, el Embalse adquirió su considerable capacidad de almacenamiento de agua en 1969, cuando se construyó la nueva presa. La originaria está prácticamente sumergida, quedando a flote sólamente las partes superiores de las torres y algo del dique.
Las plantas acuáticas son muy características de estas aguas de poca profundidad, con sus larguísimos tallos filiformes y sus órganos reproductores que sobresalen a modo de espigas.
En el reino animal, proliferan los peces -el lucio y la carpa-, así como las aves acuáticas, entre las que destacan las ánades de muy diversas especies.
Gastronomía.
La exquisita cultura gastronómica de la zona se remonta a mucho tiempo atrás, a los días en que la Cuenca Alta del Manzanares era fundamentalmente ganadera. La incomparable calidad de los pastos de este entorno natural fue ya entonces una de las claves del sabor y la ternura de sus carnes.
Asimismo, de antaño provienen sus célebres platos de pescado, procedentes en su día de las serpenteantes aguas del río y del pantano. Otras especialidades que, a juicio de expertos gastrónomos, no han de dejar de probarse, son las patatas en caldero con cabrito, la sopa de cocido con hierbabuena y el conejo en escabeche o caldereta, aderezado en este último caso con romero, lo que le da un gusto único.
Como llegar.
- Por la M-607, a la altura de Colmenar Viejo se coge la M-609, al llegar al kilómetro 5, se toma la desviación hacia la izquierda que indica el camino hacia Manzanares El Real por la M-862 y, posteriormente, se toma la carretera M-608 hasta llegar a Manzanares El Real.
- Por la carretera A-6 hasta la salida 39, se llega a Villalba, se coge la salida a Morarzarzal, se toma la carretera M-608, pasando por Cerceda, hasta Manzanares El Real.
- Desde la A-1 (Autovía de Burgos), se toma la salida de la A-1 en Venturada con dirección oeste por la M-608 hasta Manzanares El Real, habiendo rebasado Guadalix de la Sierra y Soto del Real.
Tras esta parada volveremos a la carretera hasta llegar al desvío de Valdastillas lugar donde se encuentra la cascada del Cahozo y continuaremos hasta Piornal, desde donde gozaremos de unas estupendas vistas de la comarca. Esta localidad es el pueblo más alto de Extremadura. 
Deshaciendo parte del camino llegaremos al desvío de Cabrero, localidad que dejaremos atrás para llegar a Barrado, localidad que no tiene nada que envidiar al resto de las poblaciones del valle y en la cual merece la pena detenerse para recorrer sus calles. 
Para terminar el recorrido por el valle del Jerte, volveremos hacia Cabrero para tomar rumbo a Casas del Castañar para detenernos a contemplar y disfrutar de sus calles. 
